O pasado 24 de outubro celebrouse o DÍA DA BIBLIOTECA. Este día foi creado
en 1997 pola ASOCIACION ESPAÑOLA DE AMIGOS DEL LIBRO INFANTIL Y
JUVENIL, co patrocinio do Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte.
"Érase
una vez un viajero que llegó desde un lugar lejano a un pueblo en el
que no había libros. Se sentó a descansar en la plaza mayor y sacó de su
morral un viejo volumen de cuentos. Cuando empezó a leer en voz alta,
los niños, que nunca habían visto nada semejante, se sentaron a su
alrededor para escucharlo.
El
visitante relató historias que fascinaron a sus oyentes y les hicieron
soñar con fantásticas aventuras en reinos maravillosos. Cuando terminó,
cerró el libro para volver a guardarlo en su morral. Nadie se percató de
que, al hacerlo, escapaban de entre sus páginas algunas palabras
sueltas que cayeron al suelo.
El
viajero se marchó por donde había venido; tiempo después, los
habitantes del pueblo descubrieron el pequeño brote que elevaba sus
temblorosas hojitas hacia el sol, en el lugar en el que habían caído las
palabras perdidas.
Todos
asistieron asombrados al crecimiento de un árbol como no se había visto
otro. Cuando llegó la primavera, el árbol exhibió con orgullo unas
hermosas flores de pétalos de papel. Y, con los primeros compases del
verano, dio fruto por primera vez.
Y
sus ramas se cuajaron de libros de todas clases. Libros de aventuras,
de misterio, de terror, de historias de tiempos pasados, presentes y
futuros. Algunos se atrevieron a coger esos frutos, y había un sabio en
el lugar que les enseñó a leer para poder disfrutarlos.
A
veces, la brisa soplaba y sacudía las ramas del árbol. Las hojas de los
libros se agitaban y dejaban caer nuevas palabras. Y pronto hubo más
brotes por todo el pueblo; y en apenas un par de años, los árboles-libro
estaban por todas partes.
Se
corrió la voz; muchos investigadores, curiosos y turistas pasaron por
allí para conocer el lugar donde los libros crecían en los árboles. Los
habitantes del pueblo leían sus páginas con fruición, y cuidaban cada
brote con gran mimo. Y así iban recogiendo más y más historias con cada
nueva cosecha de libros.
Un
día, los más sabios del lugar se reunieron y acordaron compartir su
tesoro con el resto del mundo. Eligieron a un grupo de jóvenes y los
animaron a escoger un libro del primer árbol que había crecido en el
pueblo. Después, los enviaron a recorrer los caminos.
Ellos
se repartieron por el mundo, buscando un hogar para su preciada carga, y
así, con el tiempo, cada uno dejó su libro en una biblioteca diferente.
Y
cuenta la historia que allí siguen todavía. Que hay algunas bibliotecas
que guardan entre sus estantes un libro especial que deja caer
palabras-semilla. Y que, si aterrizan en el lugar adecuado, cada una de
esas palabras crecerá hasta convertirse en un árbol que dará como fruto
nuevos libros.
Nadie
sabe en qué bibliotecas se encuentran estos libros maravillosos. Se
desconoce también cuáles, de entre todos sus volúmenes, son los que
proceden del pueblo donde los libros crecen en los árboles. Podría ser
cualquiera, y podría estar escondido en cualquier rincón de cualquier
biblioteca del planeta.
Animaos
a entrar en ellas y a explorar sus estanterías, viajeros; porque quizá
deis por casualidad con un libro cuyas palabras echen raíces en vuestro
corazón y hagan crecer un magnífico árbol de historias cuyas semillas
puedan llegar a cambiar el mundo.
¡Feliz día de la biblioteca!